Navidades Diferentes

Las Navidades han cambiado mucho a traves del tiempo, antes eran mas sentimentales, mas familiares, ahora son mucho mas comerciales.

Para mi, también han cambiado bastante, recuerdo hace años atras, eran todo ilusión, preparar los regalos para mis hijos, adornar mi casa, preparativos para la cena en familia. Mi casa, siempre el 24 de diciembre estaba llena de familia, de gente querida.
Las caritas de los niños, mis hijos, mis sobrinos eran un poema. Llenas de inocencia e ilusión. En Caracas, se espera la llegada del Niño Jesús, y es él el que trae los regalos a los niños.
El día 24 a las doce de la noche, se destapa el Niño Jesús del pesebre, siempre los niños son los protagonistas, son ellos los que se ponen de acuerdo a ver quien destapa al Niñito. Nos abrazamos y besamos y nos deseamos una Feliz Navidad.
Y al día siguiente, el 25 es cuando destapan los regalos, esas caras tan alegres, felices son recuerdos imborrables para mi. Luego hay que ir de casa en casa, de los abuelos, tios etc. a ver que les había dejado el Niño Jesús alli.

Hoy, solo quiero que pasen rápido, ya no es lo mismo. Se fue la inocencia, se fueron seres queridos. Nos tenemos mi hija y yo, pero, amargamente me doy cuenta que esa inocencia, esos días felices ya nunca volverán.
Los tengo atesorados en mi memoria y ahí estarán conmigo toda la vida.

Mi Razón de Vivir

Hoy me he animado a empezar a escribir. Para mi misma, para el que quiera pasar el rato, para el que se quiera entreter. Quien sabe, a lo mejor hay alguien que se identifique con mis divagaciones.

¿Cómo pueden pasar tan rápido y tan lentos dos años? ¿Cómo pueden pasar tantas cosas en dos años? Pues si, pasan y tanto.

Hace dos años perdí a mi hijo, en el accidente de metro de Valencia. Tan doloroso, tan inesperado, tan sin razón. Cuantas cosas nos quedaron pendientes. Un beso, un abrazo, un te quiero. Solo se, que me despedí en la noche y en la mañana sali de casa y él aun dormia. Y cuando volvi del trabajo, la mesa se quedó puesta. Y nunca mas volvió. No lo pude volver a abrazar, ni besar, ni........ Los hijos son los que deberían enterrar a los padres y no los padres a los hijos.

Es demasiado para un corazón de madre, se te encoge, te ahogas, no puedes respirar, todo te da vueltas, solo quieres morir tú también...Asi la muerte me arrebató a mi adorado hijo, de un zarpaso, sin avisar, de repente. Solo 21 años, tanto aun por vivir, tanto por aprender, tanto por compartir.

Y luego, el mismo mes que se cumplia un año de su partida, mi esposo, mi compañero por 28 años, cae enfermo y durante 15 meses padeció y sufrió una enfermedad incurable. Y volvió la muerte a arrebatarme algo mío. Esta vez, despacio, lento, pero sin pausa.

Mi razón de vivir?? mi hija, mi sol. Por ella me levanto todos los días, por ella trato de salir de este hueco que me quiere tragar. Lucho y lucho por salir a flote. Creo que lo conseguiré, pero sé que tengo mucho aun por hacer.

Espero tener un poco de tregua, volver a creer en la vida, en el amor, tener fe..... ¿Será posible¿?